martes, 15 de marzo de 2011

Hoy estoy muy enfada con el mundo....

bueno más que con el mundo con las personas...

primero porque he visto Redes del domingo y me e enfadado con el sistema educativo y de revote con el sistema capitalista:



Segundo, porque he visto el siguiente video y me he enfadado con los ricos y de revote con el sistema capitalista:



Siguiente porque me han pasado la siguiente información sobre lo que está ocurriendo en Japón, y me he enfadado con los Yankis y de revote con el sistema capitalista:

http://notemaslaverdad.wordpress.com/2011/03/13/terremoto-en-japon-la-fuerza-de-la-naturaleza-o-la-de-haarp/

http://elnuevocronista.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=4332:terremoto-en-japon-la-era-de-las-catastrofes-artificiales&catid=58:destacados&Itemid=200075

http://www.meteored.com/ram/913/el-proyecto-haarp-mquinas-para-modificar-y-controlar-el-tiempo/


Y para finalizar he visto este maravilloso trailer, y me dispongo a ver la película para ver si mejora mi visión del mundo... aunque lo dudo mucho, viendo lo visto........ qué revote con el sistema oye!

miércoles, 2 de marzo de 2011

En cambio el cien existe



El niño
está hecho de cien.

El niño tiene
cien lenguas
cien manos
cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar y de hablar
cien, siempre cien
maneras de escuchar
de sorprenderse, de amar
cien alegrías
para cantar y entender
cien mundos
que descubrir
cien mundos
que inventar
cien mundos
que soñar.

El niño tiene
cien lenguas
(y además cien, cien, y cien)
pero se le roban noventa y nueve.

La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.

Le hablan:
de pensar sin manos
de actuar sin cabeza
de escuchar y no hablar
de entender sin alegria
de amar y sorprenderse
sólo en Pascua y en Navidad.

Le hablan:
de descubrir el mundo que ya existe
y de cien
le roban noventa y nueve.

Le dicen
que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra,
la razón y el sueño,
son cosas
que no van juntas.

Le dicen en suma
que el cien no existe.

Y el niño dice:
En cambio el cien existe.

Loris Malaguzzi